Parrilla abierta para hostelería Mibrasa: el control del fuego

El fuego siempre nos ha fascinado y su utilización en la cocina para dar aroma y sabor único a los alimentos, es cada vez más apreciado, y se ha convertido en los últimos años en un imprescindible en las cocinas de los restaurantes. Por ello, esta empresa ha estado en constante evolución y en contacto con muchos chefs, que han ayudado a crear la parrilla abierta para hostelería Mibrasa, que ahora nos presentan, y que se caracteriza por su ergonomía, robustez y gran calidad de los materiales que la integran:

Ingeniería de última generación respetando las técnicas culinarias más ancestrales, puras y simples. La cocina con brasa abierta, despojada de todo artificio. Diseñada para facilitar la ergonomía de los cocineros durante el proceso de cocción de los alimentos.
Con el fuego a la vista y una superficie de cocción amplia, abierta y elevable, la nueva Parrilla Abierta MIBRASA ofrece la máxima versatilidad. El sistema de elevación de las parrillas permite al chef colocar el alimento a la distancia exacta sobre la brasa para obtener una cocción óptima. Además, la superficie de la parrilla está ligeramente inclinada y libre de soldaduras para una limpieza más higiénica y que evite el acúmulo de grasa.
Su base refractaria asegura una total eficiencia energética. La calidad de los materiales, la ergonomía y su diseño aportan al chef durabilidad, comodidad y cocciones perfectas.-
El volante de elevación permite regular sin esfuerzo la altura de la parrilla mediante el sistema de inversión de giro permitiendo así colocar la misma en la posición deseada con la máxima seguridad.-
Gracias a la baldosa refractaria ubicada en la base se aprovecha al máximo toda la energía térmica generada dentro del quemador. El diseño y la calidad de la parrilla aseguran el completo aislamiento de la la zona de brasa evitando así que el calor se disperse por los laterales o por la propia base.-
Gracias a un eficiente sistema de circulación del aire conseguimos reducir las altas temperaturas que puedan haber en la base de la parrilla, garantizando la máxima seguridad en la manipulación de los alimentos y de la propia parrilla.